Sin fecha de caducidad
Desde mi pirueta en el cuarto de baño, estoy más sensible por la muerte, por irme al otro barrio sin despedirme de los amig@s. Y no soy el único. Añado al catálogo de búsquedas locas la de este visitante que entró en este blog buscando "estas muerto". Pues no, querido: estoy muy vivo. De hecho y salvo baches, cada días estoy más vivo, como si mi percepción fuese en sentido contrario al de los radicales libres.
Al consultar a la búsqueda, me sorprendo con una web que se atreve a decirme en qué día pagaré la cuenta: 27 de febrero de 2066. 95 años, no estaría mal, aunque no les creo. Cuando diga "hasta aquí hemos llegado", ningún webero sin otro pito que tocar tendrá que ver en ello. Y no me hace falta "un rincón de internet donde a cada uno de sus transeúntes se le recuerda cuán corta es la vida..." para darme cuenta de ello. Lo sé a cada primavera, cuando las mimosas me recuerdan que se nace y el azahar que se muere a partes iguales. La vida es corta, pero no tiene fechas concretas de caducidad a no ser que se la ponga uno mismo. Y ni siquiera. Irse al carajo ya, hombre con tanta chorrada...
Aquí, la búsqueda:
2 comments:
95??...Yo no pido tanto jo!A mi me ha salido que a los 33 finikitaum para mi,y sin drogas ni fumar!!Asi que haciendo cuentas me quedan 9 años.
Voy a hacer una lista de cosas que me quedan por hacer y que sea lo que Dios quiera!!
XxxX
9 años dan pa mucho y más para tí. Graciassss XXXX
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