La mala educación
Música: 'Adiós, papá' de Los Ronaldos.
El escándalo del serrucho saltó en las páginas de algunos medios alternativos la semana pasada. En Tamames (Salamanca) estaba anunciada una novillada con animales de Adelaida Rodríguez para Daniel Luque (con laureles de triunfo en Las Ventas), Iker Cobo y Rubén Pinar. Según las informaciones, antes del ilustre festejo, Luque Padre que se presentó en la finca para ver los novillos. Exigían que tres de ellos se afeitasen -manipulasen o redujesen sus astas de manera fraudulenta-, para solaz del chaval que se iba a poner delante, no fuese a hacerse daño en el encuentro.
El ganadero, conocido por su santa cabezonería, se negó a la Operación Malaya taurina que se le exigía. Ante la negativa, los representantes de la leyenda del toreo en eclosión se dirigieron al alcalde de Tamames, que también se negó. O se afeitaba, o el chinorri no toreaba, y aquí paz y después gloria. Antes del festejo, el alcalde de Tamames recibía un parte médico que libraba a la promesa del toreo de sus obligaciones taurinas de aquella tarde.
Es un ejemplo más de lo maligno que puede ser el padre del artista para todos, sobre todo para su propio hijo. En los colegios ocurre algo similar. Miles de niños-idiota son expulsados de sus clases por profesores que tienen que aguantar al día siguiente las amenazas de esos padres melindrosos; esos creadores de ciudadanos maleducados que exigen lo mínimo a sus niños. Son ellos los que promueven los latiguillos de la desidia de España: el es que te tiene manía, el tú no hagas ni caso que eres el mejor, el con ese voy a hablar yo. Son las palmaditas sociales en la espalda de una juventud malcriada, esa legión de mocosetes pegones, mafiosos de pupitre, maestros del y ¿tú qué me vas a hacer a mi?, de matones desafiantes de una sociedad que se les presenta como escenario idóneo de un batacazo vital más que merecido.
Ni siquiera esos proyectos de monstruo consentido, de candidatos al oscar de los soplamocos, son los culpables de la situación. Más bien hay que mirar una línea más arriba en el arbol genealógico, donde están los que ni siquiera son capaces de mostrarles lo que significa obligación, los que, antes de que el niño les salga con aquello de no quiero ir al colegio, le ofrecen dos juegos nuevos de PlayStation para estrenar durante esa mañana, con dos madalenas y un Colacao calentito esperando en la mesa, y el sofá cuajado de cojines.
Eso ocurre en todos los ámbitos, no sólo en el toreo.
Claro, que si es fácil malcriar a un funcionario, hacer de padre de una estrella incipiente está tirado. Hay cientos de casos en la historia reciente, desde Tamara La Mala hasta un torero que llegó a lo más alto con cara de niño. Para igualarlo -con esos consejeros y por ese camino- Luque lo tiene muy chungo.
Artículo publicado en LA VOZ de Cádiz el 10/10/2006
1 comment:
Sí a todo.
Post a Comment