Tangas en el WC

Cuarto y mitad de sorpresa. El que escribe encontró esta expendedora de tangas a 2 euros en el servicio de caballeros de un conocido pub de estilo irlandés de la Plaza de San Francisco de Cádiz, conocido entre la guerrilla de la calle Rosario como 'La muerte a pellizcos'.
La pregunta es automática: ¿porqué lencería femenina vendida a hombres? ¿Quién se cambia el tanga a las 5.00 GMT? ¿Acaso se comen esos tangas?
Mi compañera de redacción lo encuentra muy normal y asegura que ella y sus amigas se lo pasan pipa en un bar con tangas del piojito: "En cuanto nos tomamos tres copas, nos compramos los tangas. Yo tengo un montón de ellos", confiesa al aturdido escuchante. Y va más allá cuando relata cómo las compradoras echan "un buen rato" y se escucha aquello de "¿Cuál te ha tocado a tí?". Además, asegura que algunas féminas, si "han ligao con un tío y llevan las bragas de Bridget Jones, de la Liga de la Braga Alta, ya sabes, bragas de cuello vuelto", pues se las cambian por el tanga y "quedas fenomenal". "La verdad es que con una máquina de chicles, una de condones, una de tangas y dos copas tienes hecha la noche". Anda...
–¿Y porqué en un baño de tíos?
–Pues si vas a ligar con una tía y es de la Liga de la Braga Alta, le regalas un tanga y quedas fenomenal.
–Ahm... pues fíjate, chico que yo no soy muy de tangas, y es lo último que haría, pero... qué cosa...
Como dice mi Peloto: "Quillo, estamos totalmente fuera de la ecuación".