Friday, December 08, 2006

Te esperábamos


Artículo publicado por Paco Apaolaza (a saber, mi señor padre) en la sección Plaza de Gipuzkoa de la contraportada del Diario Vasco. La foto es de el Paseo Nuevo, hoy. Hubiera disfrutado. Nosostros disfrutamos leyéndolo. Esto es un día con temporal en Donosti. Tal cual

Hola, ola

Por fin la mar ha dejado de ser genérica, inconcreta, sosegada punto azul, traslúcida al mediodía, opaca cuando esperaba el rayo verde en los morosos atardeceres, laminar, sumisa, casi tibia, confortable y resignada en sus fronteras, respetuosa con ellas. Por fín ha dejado de oler a Nivea, a estrobo y a alga tumefacta en las bajamares, cuando se dejaba meter mano por los niños de pala, cubo y pato gomoso, y sólo se alborotaba casi momentáneamente, siempre con visos de transitoriedad en las clásicas galernas. De repente llega la consternación . Llega la ola vertical, túrbida en verdes claros y llega de blancura oscura coronada a pedir lo suyo, sus fronteras naturales deshaciéndose en sal, en ruido, en iodo, en humedad intentando invadirlo viejo , queriéndose comer El Príncipe o la ermita, altisonante, tumultuosa frente a una piedra a la que ha ganado tantas veces. Se retira y vuelve por encima y el sentido común a testimoniar su indómito poderío, a llevarse la arena que prestó. Allá vamos a admirarla, a que nos moje la cara, a que nos llene de sal los dobladillos, a correr si hace falta. Hola, ola. te esperábamos.

1 comment:

Pablo García-Mancha said...

Emocionante artículo, me ha encantado lo de la sal en los dobladillos.