En los bailes de Marte

«Divina estás programadas para el baile y en la brillante nave te deslizarás». Esa letra, firmada por Radio Futura en los cachondos ochenta podría ser la gozosa banda sonora de esta semana. En los bolsillos de los recursos de humano hay armas para casi todo. Después de un domingo desolador en los desérticos colegios electorales queda ponerse las urnas por montera. No hay otra que regresar a pie de acera, a coger por la cintura a las esquinas, a apoyarnos en amores viejos que quizás lo sigan siendo. El Carnaval de la calle toca la corneta de la batalla contra el desengaño, el desembarco de Normandía de las pateras de los que ríen por no llorar. Para esa lucha sí que estamos preparados, aunque haya huelga soterrada de la policía –¿qué hubiera dicho Georges Brassens de un ataque de huelga policial por Carnaval?–, estamos preparados para el beso de la tercera cuarteta pese a que hayamos demostrado que no tiene sentido la votación democrática si no hay piñas de por medio. Porque quizás sea eso, el baile y no las piñas, lo que nos haga levantarnos por las mañanas, enfundarnos el tipo y salir a poner el cuplé sobre las 'ies' que no sentimos como nuestras. Sigue sonando Radio Futura y ya nos esperan el la Viña: «Mi cosa te diré cuando cante la luna, y tu cara será una estrella sobre mi pedestal. Suavemente abrazada a tu loco impasible bailaremos toda la vida en los bailes de Marte».

+ Artículo publicado en el suplemento de LA VOZ de Cádiz el 20/2/2007