Maneras absurdas de morir
Siempre me ha llamado la atención la manera más tonta de palmar que tienen algunos. Una de las maneras más graciosas de irse al otro barrio la supe por Garmendia y hablaba de El Brillantina, que se murió en ingles. Contaba algo parecido a esto. El personaje iba en coche y se dio un piñazo de envergadura. Su compañero le tomo la cabeza al malherido y, preso de la desesperación le dijo:
–Dime que no te vas a morir.
–Yes -respondió–.
Y se murió en inglés, el tío.
Ahora me llegan otras anécdotas gloriosas de la relación de algunos con la parca. ¡A un fulano un águila le dejó caer una tortuga en la cabeza! 'Se è non vero, è ben trovato'.
2 comments:
Caer en coche a la bahía desde el puente carranza, esa sí que sería una muerte caletera digna de recordar.
cierto
Post a Comment