Jo vull ser torero

Dice Albert Boadella que las dos desgracias de su vida como catalán son no ser nacionalista y ser aficionado a los toros. También Albert Plá lo dijo a su manera en Jo vull ser torero, la triste historia de un chaval que quería vestirse de luces para gran disgusto de su familia, «i el pare es desesperava, ell que era tan honorable potestat de la sardana de les lletres catalanes».
Y es que parece que en las esferas paralelas -esas donde campa la última chorrada parida por la cultura política o la política cultural-, los toros son algo de España, de esa Ssspaña, mire usté, de ese mundo mitológico apulgarado de muñecas en los televisores y toritos cogiendo polvo. Sólo de esa España que derrapa en las carreteras del atraso.
Los adalides de esta tesis, tan distintos unos de otros en posturas, no saben que los toros sólo son de dónde haya un aficionado. Y están equivocados los que no entienden que esa afición no es cosa de tierra, si acaso de albero con cal para las rayas del tercio. Tampoco lo entendía el padre de Plá, que «la veritat no comprenia quin cony de fill que tenia, si tenia tot el que volia, tenia amor tenia familia, de cales no li faltaven, ni cultura ni ensenyança, de la pulcra i refinada, existencia catalana».
Sepan estos geógrafos de aficiones mal entendidas, los creadores de corralitos del pensamiento, que se puede ser aficionado de Madrid, de Sevilla, de Nueva York, Guayaquil, Badalona y hasta de Azpeitia, la tierra del zortziko, esa en la que el toro de Pablo Romero es un gran zezena y a Ponce se le dice Ponse.
Que yerra tanto uno si considera a los toros como algo despreciablemente español, como despreciablemente facha o despreciablemente rojo. Como ese que, arrimando el ascua a su becerro, dice que son una muestra de orgullo patrio, que ser aficionado es de gente bien, de esa raza cultural que, dicen, tiene los huevos patrios bien puestos.
Ambos se equivocan cuando cuelan en sus conversaciones eso de ¡No a la fiesta nacional! o ¡Sí a la fiesta nacional! Que esta fiesta no es nacional ni plurinacional ni siguiera federal. Esta fiesta es la de los toros. Y punto.

Música |"Jo vull ser torero", de Albert Plá.