Achuchadores
Los domingueros de los derechos humanos hacen su agosto en la calle de la libertad de expresión. Tan felices son en el extrarradio del respeto que se dedican a achuchar a quien ose replantear sus esquemas mentales. No importa el motivo del achuche: Carrillo, Fraga, Boadella, Pepe Rubianes, Zaplana o Carod. Todo vale si se trata de dar un empujón a quien toque las pelotas con sus disidencias políticas, ideológicas o ecologistas. Poco importa el tema.
No es la primera vez que los encuentro en distintas facetas, pero la última tapa de intransigencia y chulería me la sirvieron la semana pasada en Cádiz. Salía uno tan tranquilo de moderar una charla sobre toros en el Centro Municipal de la Mujer, cuando se encontró con una manifestación espontánea formada por una decena de aguerridos antitaurinos. Estos pacifistas del toro se pusieron bastante guerreros y comenzaron a gritar consignas de "asesino" (en singular), "cabrón", y "Cádiz no es taurina"; adjetivos perfectamente soportables a 15 metros de distancia. El problema llegó cuando ALGUNOS de ellos acortaron el radio del insulto hasta los 40 centímetros que mediaban entre sus cabezas vociferantes y la oreja izquierda de uno que, por otra parte, sufrió poco dado que está bastante sorda. En esos terrenos cercanos, el insulto es agresión. Y más vale no pisarlos, porque puede ser violencia todo lo que se diga a mala leche en un radio menor del que alcanza una bofetada-sorpresa, ya se trate de leñazo emitido o recibido.
Conste que uno dice esto con conocimiento de causa, ya que llega de una tierra desdichada en la que situaciones como estas son frecuentes y se achucha por la calle día sí, día también. Aseguro a quién quiera escuchar que esto no es buen negocio, que del 'hijoputa' en el oído a la nariz rota, el 'sé dónde vives', las palizas y las patadas en la cabeza hay sólo un pasito demasiado fácil de dar.
Estos achuchadores, ya sean atitaurinos, antiespañoles, anticomunistas o antisuspropiasobsesiones, parecen no saberlo. Se han convertido en los matones de la España del XXI, aunque uno no consiga dar con la razón de sus desmanes dialécticos. Quizás se deba estos tipos no sepan lo que cuesta conseguir las libertades, y por eso las tiran por los suelos a cada convocatoria. Se diría que nadie les ha explicado lo jodido que es que te amenacen, griten y apechuguen a la mínima de cambio, ni que muchos las tuvieron que pasar canutas para conseguir que cada uno exprese lo que le salga, incluidos ellos.
Quizás lo hagan porque imitación de sus mayores ideológicos. Quizás sea la enseñanza de unos políticos que son capaces de tirarse los muertos a la cara para conseguir un escaño más, capaces de crear una guerra civil sin fusiles por salir indemnes del penúltimo escándalo. Quizás todos hayamos confundido definitivamente tolerar con soportar.
Tal vez se trate de un signo de estupidez inherente al ser humano, de falta de respeto crónica, un signo de facherío de una sociedad que ha perdido, una vez más, el norte del respeto y el contrapunto de las libertades. Sobre todo de las libertades del otro. O bien se trate únicamente de cuadrillas de locos desatados y vaya a tener razón Quique, aquél picador donostiarra que aseguró en su día que en su "puñetera vida" había visto "a un loco darse con dos piedras en los huevos".
7 comments:
No me puedo creer que estuvieras allí metido.Ese día estaba yo en casa estudiando y como de comstumbre,sea por hache o por be,escuché jaleo en mi plaza,y cuando me asomé a cotillear vi la que estaban liando.Mi padre subió a casa y me contó de que iba la cosa...
Hay veces que pienso que la propia incultura,la mala educacíón y el aburrimiento de mucha gente crean enfrentamientos gratuitos para los demás y lo peor de todo : absurdos.
Pero Chapu no te pongas violento q no te pega jeje
Estoy con Cris...no te pega ponerte violento...hay que huir de todo antialgo fanático...
De verdd os parece violento? LA intención era justamente la contraria.
Sí que estuve metido. Exactamente el tiempo que me costó salir insultado y meterme en un taxi jeje
Bien hiciste en quitarte de en medio...
Aqui sigo con mis problemas de Reactores,ya te pasaré unos cuantos para que te entretengas jajaja.
Es triste, muy triste y lo peor es constatar que no saben lo que nos ha costado y lo que cuesta conseguir la libertad y lo fácil que es perderla. Ya hablo de ello Pérez Reverte en el pasado semanal.
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